La pintura de esmalte por su precio es muy admirada y por su acabado duro y brillante. Se suele utilizar para pintar interiores y exteriores. La mayoría de las opciones de pintura de esmalte son a base de aceite o de agua.

Fácil aplicación
Una ventaja única de la pintura de esmalte es su capacidad para secarse rápidamente cuando se expone al aire. Las personas que trabajan con este tipo de pintura no tienen que preocuparse de que gotee y arruine el suelo. Los resultados finales son mucho más suaves y casi perfectos, con poco brillo, dependiendo del contenido de aceite. Aunque la pintura de esmalte al aceite tarda más en secarse, el acabado final es más duro.

Extremadamente duradera
Una vez endurecida, la pintura de esmalte puede durar muchos años. Es resistente al moho y se puede lavar si se mancha. Esto hace que sea una opción ideal para las zonas de la casa que son propensas a la suciedad y las manchas, como el dormitorio, la cocina y el salón.

Amplia gama de colores
La pintura esmaltada está disponible en una amplia gama de colores. Los propietarios no tienen que buscar mucho antes de encontrar los tonos adecuados.

Potencialmente tóxico
Las pinturas de esmalte a base de aceite tienen olores fuertes que pueden ser muy irritantes y a veces dañinos. Debido a que están hechas de disolventes como el uretano, son potencialmente inflamables mientras están en forma húmeda.

El contenido volátil de la pintura de esmalte también puede causar graves daños al medio ambiente, especialmente en situaciones en las que se producen derrames. Esto ha hecho que la Agencia de Protección del Medio Ambiente exija cada vez más su control. Sin embargo, las pinturas de esmalte al agua no son tan tóxicas y permiten a los pintores trabajar sin tener que preocuparse por la inhalación de humos tóxicos o por soportar el fuerte olor.

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