Elegiste tus colores, compraste la pintura y los suministros, y estás listo para comenzar. Solo hay un pequeño problema: ¿qué haces con tus muebles?

Podrías hacer todo lo posible para pintar alrededor, pero hay mejores maneras de manejar la pintura de una habitación amueblada en tu hogar.

Pintar primero

El mejor escenario es tener una habitación vacía. Si aún no te has mudado, aprovecha el espacio vacío y pinta ahora.

Es mucho más fácil pintar una habitación cuando no tienes que preocuparte por mover y cubrir todas tus pertenencias. No obstante, es posible que aún quieras usar algunos paños para proteger el piso.

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Mueve los muebles

Si ya vives en el espacio de la casa o apartamento, puede ser una buena idea sacar algunos o todos los muebles de la habitación que deseas pintar.

Si puedes reubicar temporalmente los muebles en otra habitación de tu hogar, tendrás un mejor lienzo en blanco. ¡Solo ten cuidado cuando muevas todo de nuevo para no rayar las paredes recién pintadas!

Usa paños para limpiar la pintura que se escurre

Las láminas de plástico y los paños protectores vienen en una variedad de tamaños. Si no puedes mover los muebles a otra habitación, aléjalos de las paredes que planeas pintar.

Reúne todo en el centro de la habitación y cúbrelo todo con una lámina de plástico de calidad o una tela gruesa. Esto ayudará a proteger tus pertenencias de los goteos y salpicaduras no deseadas.

Al pintar el techo, es posible que debas mover los muebles sobre la marcha. Asegúrate de cubrir completamente todo después de haberlo movido, y ten cuidado con cualquier pintura húmeda que haya llegado a las lonas protectoras.

Con un poco de preparación, puedes ahorrar tiempo y proteger tus muebles.

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