Cuando se crea un color mezclando dos o más tonos, el trasfondo aparece a través de la proporción exacta de color utilizada.
Al crear un beige, si la fórmula del tono tiene un poco más de verde, entonces tendrás un trasfondo verde, con más rojo, se convierte en un trasfondo rosado.
Esta es la razón por la que elegir colores neutros como el beige y el gris pardo puede ser tan complicado.
Los únicos colores que no se crean al mezclar colores son los primarios (rojo, azul y amarillo).
En lo que respecta al tono de la pintura, solo un verdadero rojo, azul o amarillo, creado con pigmento puro, no tendría un trasfondo. No obstante, la gran mayoría de los colores de pintura, incluso el blanco, tienen algún tipo de trasfondo.
Si ya estás listo para pintar tu hogar, pide en tu tienda una cubeta pintura vinílica y solicita diferentes productos como brochas y rodillos de calidad. Una gran elección de colores depende de ti.
El secreto para entender el color de la pintura
Los matices son el código secreto de cada color. Una vez que descifres el código, puedes elegir el tono de la pintura con confianza.
Sería perfectamente razonable esperar que tu nueva pintura azul se vea bien con el blanco, pero el trasfondo verde hace que combine terriblemente con el trasfondo rosa del color de pintura blanca que elegiste.
Identificar un matiz
La forma más rápida de determinar el trasfondo es compararlo con un color que sepas que es un color verdadero. Si estás tratando de encontrar el trasfondo de un rojo, compáralo con un rojo verdadero.
Esto te dará una idea de si tu rojo tiene un trasfondo más amarillo o violeta. No siempre es fácil encontrar un color verdadero para comparar, así que usa una rueda de colores para asegurarte de tener el color más puro para comparar.
Tomar muestras de un tono de pintura en tu hogar es la mejor manera de verificar un color si aún no estás seguro de qué matiz estás enfrentando.
Todo, desde superficies de pisos y mostradores hasta iluminación y follaje en el exterior, puede resaltar sorprendentes matices en tus paredes pintadas.
Si ya diste el paso, pintaste las paredes y estás luchando contra un trasfondo no deseado, intenta reemplazar las bombillas y la iluminación antes de volver a pintar.
Las bombillas pueden ser cálidas, frías o naturales, y pueden corregir problemas de matices de forma rápida y económica.
Una vez que hayas decidido algunos colores según tu muestreo y comparación, vuelve a probarlos en tu hogar.
Trasfondos difíciles
El rosa y el verde capturan el título de los matices de color de pintura más difíciles. Incluso el gris o el beige más neutro pueden volverse verdes en determinados ambientes.
Los matices verdes no siempre son fácilmente visibles hasta que se encuentran con tus gabinetes o pisos con tus propios matices de amarillo o naranja.
Esto es lo que hace que los matices verdes sean problemáticos. El predominio de maderas cálidas en nuestros hogares realmente resalta incluso el más mínimo tono verde.
Atribuye esto a la teoría básica del color. En realidad, es el azul en la fórmula de color de tu pintura el que arroja un matiz verde. Para gabinetes y pisos más cálidos, prueba con un tono de pared más cálido o un color neutral con un matiz amarillo o rojo.
El rosa es otro matiz problemático, especialmente con el gris pardo y el beige. Todo lo que se necesita es un ligero predominio del rojo en la fórmula neutra para que surja el rosa.
Lo opuesto al problema del matiz verde, el matiz rosa aparece con mayor frecuencia cuando estás cerca de un color verde, azul o violeta. Si tienes problemas con un tono rosa, prueba con un tono neutro o con un tono amarillo cálido.
Una manera fácil de administrar los matices de color de la pintura
No se necesita una instrucción extensa sobre la teoría del color para dominar los matices de color de la pintura.
Si puedes ver que los colores que has elegido tienen un trasfondo verde o azul que no funciona en la habitación, prueba con colores más cálidos. Si aparece un matiz amarillo o rosa cuando combina colores, prueba con un tono más frío.
A veces, solo hacer ajustes en función de las temperaturas de color es suficiente para abordar cualquier problema de subtono sin tener que analizarlo en exceso.
Lo que puede parecer un problema de subtono puede ser en realidad un problema de temperatura de color, y ese es un problema de color fácil de resolver.
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