Pintar la cocina ayudará a devolverle el brillo que tanto necesita. De alguna manera, es un proyecto más fácil que pintar dormitorios o salas porque la cantidad de espacio en las paredes tiende a ser limitada. En el lado negativo, la parte por pintar necesita limpieza y un trabajo de preparación exhaustivo.

Para una cocina sin muebles, usa un rodillo o pistola de pintura para las paredes. Para molduras de puertas y ventanas, utiliza siempre una brocha. Para una cocina amueblada, usa un rodillo en las grandes extensiones de la pared y una brocha delgada para las pequeñas tiras.

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Primero elige el color para tu cocina

Es importante elegir los colores de pintura de tu cocina con prudencia y cuidado, ya que esta es una habitación que recibe mucha atención. Los mejores colores de cocina tienen un alto impacto visual y se alinean con la idea de comida.

Calcula los pies cuadrados de tus paredes para saber cuánta pintura necesitas comprar.

Limpia todas las superficies que vayas a pintar

A menos que estés tratando con una habitación vacía con paneles de yeso frescos, las paredes de la cocina necesitarán mucha limpieza.

Las molduras de las puertas también pueden beneficiarse de la limpieza. Quita el polvo y las telarañas de la parte superior y otras molduras con una aspiradora y un paño húmedo. Con una lija y una espátula puedes quitar el exceso de grasa y las manchas difíciles.

Cubre lo necesario

Para la habitación vacía sin piso terminado, no es necesario enmascarar ni cubrir. Las gotas de pintura en el contrapiso se cubrirán más tarde colocando el piso.

Si usas una pistola de pintura, asegúrate de colocar plástico sobre las puertas de las habitaciones cercanas para evitar que las partículas migren.

Para la habitación terminada, aplica cinta adhesiva a la moldura antes de pintar las paredes. Coloca una tela protectora de lona en el suelo. Cubre los objetos grandes como gabinetes, electrodomésticos y mesas con plástico.

No dejes de lado ningún detalle

Deja que la pintura se seque durante unas dos horas. Sumerge el pincel en la lata de pintura y pinta manualmente las áreas que el rodillo no pudo alcanzar. Evita las gotas aplicando mínimamente la pintura.

Los colores de pintura se profundizan y alcanzan su máximo potencial al aplicarse en dos o incluso tres capas. Como mínimo, deja que la pintura se seque durante al menos un par de horas, luego aplica otra vez una capa de pintura.

Como ves, se trata de tener mucha paciencia y cuidado al realizar este trabajo. En realidad no es complicado, solo es cuestión de cuidar varios detalles para que la aplicación no sea un fracaso.

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